El panettone es uno de los grandes clásicos de la repostería navideña.
Con su reconocible forma de cúpula y su masa esponjosa trufada de frutas confitadas, tiene su origen en Italia, pero está tan bueno que poco a poco se ha ido extendiendo por otros países del mundo.
Por ejemplo, en Sudamérica (donde se ha hecho muy popular) lo llaman “pan de Pascua”.
El panettone se originó en Milán a finales del siglo XV, a base de unos ingredientes sencillos y reconocibles: harina, mantequilla, azúcar, leche, levadura, vino dulce y pasas.
Hay diferentes versiones sobre quién fue el primer maestro artesano del panettone.
Hay quienes dicen que fue un joven de Milán quien amasó y horneó el primer panettone por amor.
Este joven se enamoró de la hija de un pastelero de Milán, y para demostrarle su amor se hizo pasar por aprendiz de pastelero, inventando de paso un postre de pan con frutas confitadas y aroma de limón y naranja.
Los milaneses que acudían a la pastelería pedían empezaron a acudir a la pastelería a pedir el “pan de Toni”, de ahí el nombre de panettone.
Otra leyenda dice que nació en la corte de Ludovico El Moro, señor de Milán, durante una Nochebuena.
El duque quería celebrar la Navidad con una gran cena para decenas de invitados, pero el postre se quemó.
Un lavaplatos llamado Antonio fue capaz de sobreponerse a la angustia: había utilizado las sobras del banquete para amasar un pan dulce y llevárselo a casa, y pensó que también podría servirse como postre. Obviamente, fue un éxito y el propio Ludovico decidió llamarlo “Pane de toni”.
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¿Qué se necesita para hacer un buen panettone?
Hoy en día, todos podemos disfrutar de un riquísimo panettone e, incluso, hacerlo en casa y comprobar que las recetas caseras son incomparables.
De hecho, el panettone es un postre que no necesita de ingredientes muy especiales y todos podemos elaborarlo con las herramientas adecuadas.
La principal, una buena amasadora, que es la clave para conseguir una masa esponjosa, el verdadero secreto de un buen panettone.
Las amasadoras de cocina son un electrodoméstico esencial para todos aquellos que disfrutan del buen pan.
Sirve para hacer las delicias de la familia en Navidad obsequiándoles con un panettone, pero también para hacer un pan diario sin parangón con los panes que puedes encontrar fuera de casa.
Hay muchas amasadoras en el mercado, pero por dimensiones, precio y capacidad, la amasadora Twist es la más propicia para iniciarse en la repostería.
Tiene 1.000 vatios de potencia, se puede usar en seis velocidades y turbo, y está equipada con un bol de acero inoxidable y material de primera calidad que garantiza su durabilidad, con capacidad de cinco litros.
Su funcionamiento es sencillo, y dispone de una varilla, una pala amasadora y un gancho amasador, accesorios que permiten amasar desde masas de cruasán a masas de pizza, pasando, obviamente, por el pan o el panettone.
Bizcochos, cupcakes o panettone: si esta Navidad quieres sorprender a la familia con un postre casero, quizá te convenga pedirle a Papa Noel una amasadora para el hogar.
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