Las placas solares son herramientas de gran utilidad para obtener energía limpia y más económica.
A pesar de que su adquisición e instalación requiere de una inversión inicial, lo cierto es que a la larga el autoconsumo sale más rentable que permanecer expuesto a los vaivenes del precio de la electricidad.
Sin embargo, es importante atender a las labores de mantenimiento para asegurase de que el funcionamiento de las placas solares sigue siendo el correcto y que las condiciones del entorno y del clima no van a tener un impacto negativo sobre ellas.
Aunque siempre está la opción de recurrir a los servicios de profesionales especializados en la limpieza de placas solares, hay una serie de tareas que sí se pueden realizar por la cuenta y riesgo de cada uno y que pueden ayudar a mantener en perfecto estado las placas solares instaladas en el hogar.
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En qué se debe basar el mantenimiento casero de las placas solares
La resistencia de la superficie de las placas solares está fuera de toda duda, y es que las células fotovoltaicas de las placas son de silicio, uno de los minerales más resistentes que existen.
Esto le permite resistir los envites del granizo o golpes de distinta envergadura, lo que resulta fundamental para asegurar la longevidad de las placas y garantizar su correcto funcionamiento.
Hay que hacer hincapié en que elementos naturales como el agua son grandes aliados a la hora de limpiar la superficie de las placas.
La lluvia o las nevadas pueden resultar tremendamente beneficiosas para retirar la suciedad acumulada, sobre todo si están ubicadas en zonas donde el polvo o la arena tiendan a acumularse, como las próximas a la playa.
No obstante, mientras que la lluvia no supone ningún problema siempre y cuando no sea excesiva, la nieve puede causar estragos por su peso si la placa no está lo suficientemente inclinada. Bastará con inclinarla 15º para que la nieve se deslice por sí sola y, de paso, limpie la superficie de las placas.
Es una de las mejores formas de eliminar los residuos depositados en la superficie de las placas. No obstante, se puede hacer uso de varios productos de limpieza para garantizar un estado óptimo y permitir que la producción no se vea mermada.
Y es que se calcula que el polvo y la contaminación, por acción directa del viento, pueden depositarse sobre varias partes de la plaza y reducir su nivel medio de producción por un mantenimiento deficiente.
Cómo limpiar una placa solar sin recurrir a profesionales
En la mayoría de casos, bastará con utilizar agua templada y una esponja para limpiar la placa. No obstante, se pueden utilizar productos genéricos como lavavajillas, así como una escobilla de goma para retirar el agua sucia.
Es recomendable no usar otros productos ni aplicar demasiada presión para no rayar el cristal. Esto sería fatal, ya que la producción máxima que puede alcanzar la placa dependerá del estado en el que se encuentre su superficie de silicio.
La mejor manera de ejecutar el mantenimiento de una placa solar es huir de productos químicos extremadamente fuertes, pues pueden deteriorar el vidrio.
Retirar la suciedad de una placa solar es más o menos como hacer lo propio con un coche: se busca eliminar el polvo y los residuos adheridos, pero sin rayar su superficie.
En caso de que tus placas solares se encuentren en zonas próximas a la carretera, es más que probable que no solo se deposite polvo en su superficie, sino también manchas de aceite de los vehículos.
En estos casos, los expertos de Solarplak, la firma especializada en energía solar referencia en su segmento, recomiendan hacer uso de alcohol isopropílico y un paño.
Bastará con deslizarlo suavemente para eliminar la suciedad adherida sin correr riesgos con la integridad del vidrio.
Otras consideraciones a tener en cuenta sobre las placas solares
Como hemos comentado más arriba, el silicio es uno de los minerales más resistentes que existen y es empleado para realizar el revestimiento de las células fotovoltaicas. Ahora bien, ¿qué ocurre con el granizo?
Dado que el grosor de los cúmulos de hielo puede ser variable, es normal que exista preocupación entre los propietarios de las placas solares, dado que el impacto puede ser excepcionalmente fuerte.
No obstante, estos supuestos están ya contemplados en el propio diseño de las placas, por lo que la principal preocupación debe ser la eliminación de la suciedad acumulada más que los efectos de los fenómenos climatológicos.
El propio equipo de Solarplak recomienda que, si no se aprovecha el efecto de la humedad de la lluvia o de la nieve, se humedezca la superficie. De hecho, es común utilizar el riego para esparcir agua por la superficie de las placas, haciendo que la suciedad se apelmace y sea mucho más fácil retirarla.
Eso sí, no hay que olvidar que el agua es mejor que se encuentre tibia o a temperatura ambiente para que no exista choque térmico que afecte a la producción de energía, por lo que lo mejor es aprovechar el agua de la lluvia o bien la del suministro público.
El paño o el trapo que emplees debe estar también humedecido. Esto ayudará a que su superficie se deslice con más facilidad, evitando que se produzcan rayaduras que afecten a la uniformidad del revestimiento.
Por otro lado, para lograr un efecto potenciado lo mejor es realizar patrones en zigzag. No solo conseguirás proteger el recubrimiento de las placas fotovoltaicas, sino que abarcarás más superficie con una sola pasada, ahorrando tiempo y esfuerzo.
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